Para llegar a tocar rápido (en ocasiones simplemente a la velocidad apropiada) es necesario ensayar mucho y muy lento. ¿Por qué? Veamos:
- Ensayar lento obliga a pensar todos los movimientos, lo que viene bien para que el cerebro los asimile y reproduzca sin tener que pensar a altas velocidades.
- Los errores destacan más cuando se toca lento, porque permanecen sonando mal durante más tiempo. Son, por tanto, más detectables y cuesta menos pasar por encima sin trabajar esa parte (nos obliga más, en pocas palabras).
- Los músculos están más relajados, porque no se trabaja forzando, lo que hace que se consuma menor energía que puede dedicarse a otras cosas, mejorado la técnica
- Al tocar con menor tensión, además, ayudaremos a prevenir lesiones
¿Cómo debemos hacer entonces? La manera de proceder puede verse más o menos en el vídeo:
- Se empieza por una velocidad baja.
- Se ensaya hasta que se domina esa velocidad (en general esto implicaría ser capaz de tocar sin fallos varias veces seguidas la misma pieza/parte, unas 3 como mínimo).
- Se incrementa la velocidad entre 5 y 10 bpm.
- Se vuelve al paso 2
El proceso debería finalizar cuando se ha alcanzado la velocidad a la que debe tocarse la pieza, aunque no es mala idea llegar a tocarla algo por encima (no mucho, 5 ó 10 bpm son suficientes).
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